El titular para la crítica de este libro casi viene dado, Dickens en los Apalaches, dado que Barbara Kingsolver no desestima ni el título (ni por consiguiente el apodo de su protagonista) para trazar esta conexión con el David Copperfield original. Con este precepto ya sabemos que lo que vamos a encontrar aquí es la historia de superación de un chico ante sus circunstancias y su entorno, que en este caso no es el Londres protoindustrializado, sino, como decíamos, el sur americano tardo capitalista (pobreza institucionalizada, drogodependencia generalizada, carroñismo existencial…).
Es un libro que ha estado en los listados de los mejores libros del 2022 en Estados Unidos y es verdad que es un libro sumamente potente, y no escatima en dureza para con los escenarios que se encuentra nuestro Demon Fields, pero, después de un inicio muy prometedor, el libro encalla en algunos puntos y se echan de menos elementos narratológicos que aviven el caldero narrativo, para que no acabe quedando una novela-filete más cocida que asada.