Es una novela impactante sobre la culpa, la redención y el tormento. La protagonista y co-narradora de esta novela es una niña inglesa de 8 años, Chrissie, que vive en una ciudad suburbial y anodina, la cual no merece ni nombre. Su primera frase es: Hoy he matado a una criatura.
En el segundo episodio la narradora se llama Julia y está en mitad de la veintena. Cabe destacar que tiene una hija, Molly. No tardaremos en descubrir que Julia en realidad es Chrissie, después de que el gobierno le haya otorgado una nueva identidad tras haber crecido bajo tutela judicial.
¿Qué lleva a Chrissie a realizar semejante acto? La novela no busca justificaciones, pero sí nos intenta dar pistas sobre cómo funciona la cabeza de la niña, a través de las relaciones que establece con sus compañeras y compañeros de pupitre y, también, con sus padres. Los dos brillan por su negligencia emocional y su dejadez de funciones.