Hacía años que una lectura no me sacudía de igual manera. Probablemente este sea uno de los libros de mi vida y una de las obras más importantes de la historia de la humanidad. Suena grandilocuente, pero es así. Primo Levi narra y ensaya en estos tres libros aquí recopilados la experiencia que vivió y sufrió en el campo de exterminio de Auschwitz, la desahumización a la que sometía a los prisioneros el ejercito nazi, la lucha por la supervivencia, la odisea física que eso les suponía y la gesta de volver a casa a pasar el resto de sus días.
Lo hace este superviviente antifascista con una prosa excelsa, con la palabra justa y una posición moral íntegra y admirable. Primo Levi no es sensacionalista ni vengativo ni innecesariamente literario. Utiliza adjetivos que describen los hechos de forma científica (quizás porque el autor era químico) y es el lector quien tiene que dar crédito a que existiera en algún momento esa máquinaria de exterminio que crearon los nazis. Primo Levi relata su visión del horror desde una óptica casi cinematográfica, austera y justa. Trilogía de Auschwitz es, por lo que significa, por su dificultad técnica, física y moral, por ser una obra dificil de imaginar que exista y, por su exactitud y calidad en las formas, una auténtica obra maestra. Levi hace posible lo inenarrable.
Si en su primera parte, Si esto es un hombre, Primo Levi describe el microscosmos que existía en Auschwitz, su política, su miseria moral, su terror y suciedad, en La tregua es capaz de narrar la épica del regreso sin necesidad de forjar héroes. En la tercera parte, Los hundidos y los salvados, el autor realiza un ensayo exhaustivo sobre todo lo que aprendió habitando y explicando el horror, el significado del holocausto en la historia y los rincones más oscuros, contradictorios y absurdos de la condición humana.
En su análisis, Primo Levi destaca la necesaria connivencia de miles de actores que, manejados por un ególatra repleto de odio y sus secuaces, propiciaron la mayor de las vergüenzas de la humanidad. Esas personas de la “zona gris” que fueron imprescindibles para la liquidación de millones de semejantes. El ensayo recoge el recorrido de su libro y tiene un capítulo final sobrecogedor con la correspondencia de Primo Levi con los lectores y lectoras alemanes. Se puede intuir el pesar vital que arrastraron los supervivientes y se pueden extraer, con tremendo dolor, lecciones de cara al futuro. La necesidad de que este relato se perpetue y se difunda en las escuelas en la sociedad es un deber ético para cualquier profesional de la escritura y de la enseñanza.
Un libro de referencia que recuerda que un día el ser humano se empeñó en aniquilar los límites de su dignidad y en exterminarse a base de odio, y con todo, la razón y la esperanza acabó imponiéndose.