El problema de las expectativas es un asunto mil veces comentado cuando nos enfrentamos a una obra cultural. Yo venía con la mochila cargada de prejuicios -en todos los sentidos- con Una cuestión personal, del nobel japonés Kenzaburo Oé. Esperaba la obra costumbrista de un padre que se dedica a cuidar a su hijo enfermo, bailando entre la dureza y sensibilidad, en el Japón de mediados de siglo pasado. Algo parecido, supongo, a lo que ha sido la vida del escritor. La realidad de la novela ha sido otra muy diferente.
Oé relata en Una cuestión personal el periplo de Bird, nombre nada casual, un profesor que roza la treintena a punto de ser padre, alcohólico y con pocas ganas de compromiso y muchas de libertad. Lo poco a lo que se compromete, le hiere, y ahela un viaje a África que nunca llega. Cuando su mujer da a luz, su hijo nace con una hernia craneal y pocas esperanzas de curación, y la vida del bebé pende de un hilo. Bird ante el impacto de ver a su hijo con el cráneo abultado, más próximo a una cosa o a un monstruo que a su imagen idílica del bebé deseado, se debate entre dejarlo morir o afrontar una costosa operación a vida o muerte.
Y Bird elige, en esta narración, la escapada. Comienza un descenso a los infiernos refugiándose en el alcohol y en el regazo de su amante Himiko, al tiempo que descuida su trabajo y las relaciones sociales. No, no mola nada este Bird, egoísta, machista y chapucero, pero da igual porque no se quita ese runrún de la cabeza que no le deja despegarse del todo de su obligación como padre. Sin embargo, todos sus actos avanzan en sentido inverso. Es esta novela una especie de thriller emocional, bien narrado, que te lleva en volandas una vez superas la distancia temporal. Oé maneja con maestría los diálogos y somete a su personaje principal a un continuo cuestionamiento, como bien reza el título. El bebé, que apenas aparece en el relato, personifica la humanidad que parece ir perdiendo un Bird al que se le agarrotan las alas.
Una lectura desasosegante, con el paisaje político de la guerra nuclear de fondo y que caricaturiza al mundo universitario, pero con un tema central: cuando las circunstancias de la vida nos conducen a un callejón sin salida, a la renuncia sí o sí de parte de ti mismo y a la toma de decisiones que nos marcarán para siempre. A veces, no podemos pactar con las dificultades. O las vencemos, o nos vencen.